«A menudo me conmueve la gente que se desvive por mostrar compasión hacia otra persona. Recientemente llegó al Centro de Respiro Humanitario una familia, un padre con su mujer y su hijo pequeño. Mi personal señaló las bonitas zapatillas de tenis que llevaba y le preguntó cómo las había conseguido.
«The young father shared that when he and his family were apprehended after they crossed into the United States, a Border Patrol agent looked down and saw his feet blistered and bleeding and asked him, “¿Qué te pasó?» Why are your feet like that?
«El joven padre contó cómo caminaron durante días y días hasta el punto de que los zapatos que tenía no le servían y sus pies se llenaron de ampollas y sangraron de tanto caminar. El agente de la Patrulla Fronteriza se emocionó hasta las lágrimas y rápidamente fue a buscar sus propias zapatillas de tenis que llevaba en el coche. A continuación, se quitó los calcetines que llevaba puestos y se los puso al joven padre.
«Nuestra doctrina social católica nos habla de la dignidad de la persona humana. El agente de la Patrulla Fronteriza, como muchos otros como él que realizan acciones de amor y compasión hacia nuestros hermanos y hermanas en apuros, están defendiendo la dignidad y el respeto de la persona humana. Dios nos creó a su imagen y semejanza. Toda vida humana es sagrada y debe ser protegida y tratada con respeto. Mostrar bondad hacia alguien que ha sido despojado de todo es nuestra forma de devolverle su dignidad».